Es una obra de realidad virtual que propone una experiencia inmersiva e introspectiva. El espectador recorre libremente un conjunto de doce salas interconectadas que funcionan como fragmentos de una conciencia en expansión. Cada espacio está formado por imágenes en movimiento, ralentizadas y de gran profundidad visual, que evocan estados emocionales y conductuales del ser humano contemporáneo.
Inspirada en observaciones y experiencias recogidas en diversos países de América Latina, la pieza construye un territorio interior donde la luz y el sonido reemplazan a la palabra. En ese recorrido, el espectador atraviesa un espacio interior donde la percepción y la emoción se confunden, generando una experiencia de presencia expandida.